fundaciónRogeTomé. Disminuir la polución atmosférica tiene un efecto beneficioso en la función pulmonar de niños y niñas, según un estudio norteamericano que ha recogido el The New York Times y del que nos hacemos eco. Hasta la fecha, los científicos sabían que la contaminación influía negativamente en la capacidad pulmonar, pero no se sabía con certeza si una mejora de las condiciones ambientales podía prevenir las dolencias respiratorias. Este estudio evidencia que un aire de calidad no solo mejora la salud de la infancia, sino también que se puede conseguir a través de una regulación legislativa estricta.
Durante diecisiete años, los investigadores estudiaron los niveles de contaminación en el aire del entorno de estudiantes de entre once y quince años, una edad en la que el aparato respiratorio se encuentra en la fase final de su desarrollo. Los resultados demuestran que, a medida que las condiciones medioambientales mejoraban y el nivel de partículas finas se reducía, los niños desarrollaban pulmones más robustos y menguaban los casos de disfunciones respiratorias. Por todo ello, resulta aún más importante la acción y la prevención durante la infancia, una etapa particularmente vulnerable porque es entonces cuando los pulmones se encuentran en pleno desarrollo.
Finalmente, las conclusiones del estudio apelan a la implicación política, porque la calidad del airees un derecho colectivo y la administración tienen la obligación de velar por la salud pública.
Se puede leer el artículo completo (en inglés) en este enlace.