Dos meses después de que el Ayuntamiento anunciara que iban a estudiar la posibilidad de realizar una reforma subsidiaria de las tarimas de la Plaza Labastida y Labraza, cambiándolas por pavimento y después cargar el importe de la obra a la empresa, afirmaban el 22 de noviembre que tomarían a lo largo de diciembre la decisión de si proceder o no con las tareas de arreglo que desde hace más de un año permanece en mal estado y vallada. Pues bien, ya llevamos más de un mes sin tener noticias al respecto; señal inequívoca de que todas estas declaraciones que realizan puntualmente no son más que meras ilusiones para dar la impresión de que están en ello, aunque nunca acabe de llevarse acabo.
Se trata de realizar la ejecución subsidiaria de medidas correctoras a consta de la propia junta de concertación; concretamente lo que desde esta asociación veníamos solicitando incluso antes de que colocasen las vallas como medida cautelar ante el peligro evidente que suponían la rotura constante de estas tarimas.
Como decimos, así lo trasladaba en noviembre el concejal de Medio Ambiente y Espacio Público, Iñaki Prusilla, durante la comisión de Medio Ambiente. Según Prusilla, la realización de esos trabajos corresponde a la Junta de Compensación, a la cual ya se le ha trasladado el requerimiento para ejecutarlo. Sin embargo, la falta de una respuesta de la mencionada junta obligará “seguramente” a hacer la obra al Ayuntamiento, adelantando el dinero para pedírselo después a la empresa encargada del trabajo.
Recordemos que llevamos nueve meses con unas vallas de “seguridad” puestas al rededor de las tarimas de esta plaza, así como las de la plaza de Labraza, y que el barrio espera una solución definitiva a este problema desde hace años.