La creación de un huerto comunitario en el Casco Viejo de Vitoria que permitirá a varios vecinos cultivar sus propias hortalizas y hierbas medicinales ha recibido uno de los cuatro galardones de los «Premios Convivencia» que otorga anualmente la Fundación San Prudencio de la capital alavesa.
La idea presentada por Begoña Fernández Molina de crear un huerto, que se ha convertido además en un lugar de encuentro vecinal, ha ganado el premio a la «idea con mayor impacto comunitario».
A estos premios concurrieron cincuenta familias y cuatro son las que recibirán los galardones en un acto que tendrá lugar el 1 de agosto.
Junto a la idea del huerto, ha sido premiado Juan José Pinedo por «la idea más simple y eficiente», ya que su familia ha introducido la bicicleta como medio de transporte habitual de todos sus miembros y para la mayoría de las ocasiones que tienen que desplazarse.
El «Premio a la idea con mayor elaboración» ha recaído en Aida Rebollo por crear un indicador de sostenibilidad familiar, que permite evaluar cómo actúa la familia en materia medioambiental.
El «Premio a la práctica más sostenible» ha sido para Aitor Hernández por poner en marcha un amplio conjunto de medidas, desde la iluminación, a la movilidad, las cocinas, baños y varias colaboraciones solidarias, con la convicción de que introducir decenas de pequeños cambios en las prácticas cotidianas puede lograr uno grande.
El jurado de estos premios está integrado por representantes del Gobierno Vasco, la Diputación de Álava, Ayuntamiento de Vitoria, el Centro de Estudios Medioambientales, AMPA San Viator, Emaús y la Fundación San Prudencio.