Ante la triste noticia de la muerte de Paquita San Bartolomé, escribimos estas líneas. El 1 de mayo de 1959, tras hacerse ell@s sus propias casas, entraron a vivir cientos de familias en Abetxuko. Desde entonces, Paquita San Bartolomé tuvo la puerta abierta por mejorar ese pueblo ahora barrio, por oir, compartir y pensar en participar tomando parte desde el principio en la Asociación Uribe-Nogales, y hacer algo mejor la vida de los demás.
Bromeó con que seguía siendo una monja con otro tipo de misión, pero su «misión» y su actuación ha estado ligada a los más de 50 años de Abetxuko, y por ende, ha aportado muchos esfuerzos y sacrificios personales y familiares por esta su ciudad, Vitoria -Gassteiz.
En este sentido, desde Zabalgana, un barrio joven que dejaba asombrada a nuestra Paquita, queremos mostrar nuestro cariño hacia las personas que valoran lo que se hace por los demás y destacan que lo importante es participar. Paquita nos abrió la puerta, como a sus propios vecinos y vecinas, y ha sido y será un ejemplo frente al individualismo, la corrupción y el partidismo, mostrando que tener ideas y compartirlas por la ciudad es una sonrisa en las formas, pero un mensaje reinvindicativo en el fondo.
Desde Zabalgana batuz, queremos invitar a nuestros vecinos /as y a quien lean estas líneas, a conocer un poco más la historia de Abetxuko y de esta mujer (como consta en esta entrevista) para imaginar esa sonrisa, ironía, y descaro en decir las cosas en beneficio de su vecindario, su barrio. El mejor homenaje que podemos hacerle es recordarla, y seguir su ejemplo trabajando desinteresadamente por el barrio y nuestros vecin@s.