La Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi ha denunciado que casi 90.000 personas, el 4% de la población vasca, sufren pobreza energética, lo que les impide cubrir en sus hogares necesidades básicas como la alimentación, la calefacción y la higiene. Abogan por tomar medidas para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida. Aunque alerta de que si se consigue este objetivo, el consumo energético crecerá.
Según ha informado este colectivo en una nota, el Día Internacional contra la Pobreza y la Exclusión, que se celebra este viernes, pondrá el acento este año en la imposibilidad cada vez más extendida de pagar la energía doméstica, un concepto que se conoce como pobreza energética. La Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi ha alertado de que en los últimos meses las personas que se ven abocadas a esta situación han aumentado «por la subida del recibo (de la electricidad y el gas) y por la persistencia de la crisis».
Por ello, abogan por tomar medidas para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de estas personas, aunque alertan de que si se consigue este objetivo, el consumo energético crecerá y, consecuentemente, también lo harán las emisiones que generan el efecto invernadero. Es necesario por tanto «apostar definitivamente por las tecnologías renovables y la soberanía que implica un consumo local al margen de oligopolios y fomentando la independencia energética», señalan las ONG en su comunicado.