Otro mes más, y tal y como hicimos en octubre, con el comienzo de este mes de noviembre, recogemos la información sobre su estado con documento gráfico que evidencia los avances y situación de la construcción del Centro cívico de Zabalgana
Podemos comenzar revisando el estado de las últimas visitas a la obra, dado que todavía no disponemos de los plazos, fases y comprobaciones de ejecución parcial. En reunión sobre participación celebrada hace quince días volvimos a reclamar información, reuniones y el plan de ejecución de obra, con el fin de poder conocer, hacer seguimiento de la misma.
Otra preocupación es la calidad de materiales, ruidos, accesibilidad y cumplimiento de la idea de sacar actividades al barrio, puesto que se esta observando defectos en centros cívicos que nos activan las alarmas y centran atención ahora que podrían supervisarse y evitarse.
Seguimos viendo cinco montañas de roca y tierra excavada, extraída y no retirada de la parcela, con lo que la obra se desarrolla entre enormes montones de roca y tierra en una sensación de falta de espacio, caos y material sin la limpieza ni dimensión para su buena ejecución.
A los políticos les asombra esta descripción, dado que no la han visto, pero es un comentario generalizado que no se puede desarrollar la obra bien en estas condiciones.
Pese a tener comentarios de la causa, los omitimos para no implicar a las fuentes, dejando constancia que esta inejecución es por motivos económico- organizativos.
Como puede comprobarse, la zona deportiva va consolidando con más adelanto del resto, y este mes los pilares se están construyendo (como ya informamos hace tres meses y cuatro) avanzando más los muros exteriores.
Por otra parte, la zona de talleres y ludoteca ha cerrado su forma, cubierto el sótano hexagonal de esta parte del edificio véase comparativa con situación anterior).
Y en general se continúa dando forma a los edificios hacia la calle Labastida pero otro mes más nada se puede observar respecto a la parte sociocultural, en la zona más próxima a Juan Gris, que no tiene visos de avanzar, al menos no hasta retirarse los restos de roca y tierra de la parcela.