Casi sin darnos cuenta ha llegado el otoño y con él la consabida pero no por ello menos importante campaña anual de vacunación frente a la gripe. La campaña del 2016 ya está en marcha y ha empezado este lunes 17 de octubre y se prolongará hasta el 17 de diciembre. Estos son los grupos de riesgo a quienes va dirigida esta campaña:
– A las mujeres embarazadas
– A personas con diabetes o enfermedades crónicas
– A personas mayores de 65 años
– A profesionales sanitarios
La gripe es una enfermedad infecciosa y muy contagiosa que puede afectar a cualquier persona. En general es benigna, pero puede ocasionar complicaciones graves a aquellas personas con enfermedades crónicas de pulmón, corazón e hígado, y a quienes tengan diabetes. Además, las personas que ya han cumplido los 65 años y aunque no tengan ninguna enfermedad es importante que reciban la vacuna. De la misma manera que es importante vacunarse todos los años, ya que el virus varía de un año a otro, por lo que cada año se actualiza la composición de la vacuna. En la actualidad la vacuna es la única herramienta preventiva segura y eficaz.
Vacunarse es muy sencillo. Tan sólo hay que llamar o acudir al Centro de Salud donde le informarán cómo hacerlo. Los mayores de 65 años sólo necesitan presentar su Tarjeta Sanitaria o el DNI. Las personas que formen parte de alguno de los grupos de riesgo deberán acudir a su profesional sanitario para que les facilite el volante correspondiente.
Para esta campaña, Osakidetza cuenta con 380.000 vacunas que pueden verse ampliadas si fuera necesario.
Ante cualquier duda no dudéis en poneros en contacto con el Centro de Salud de Zabalgana, y si formáis parte de los grupos de riesgo anteriormente citados, bastará tan solo con que solicitéis una cita con vuestro enfermero con el fin de administraros la vacuna.
La gripe es una enfermedad vírica por lo que no está indicado tratarla con antibióticos. Los antibióticos no tienen eficacia frente a los virus. Sólo en casos muy puntuales y siempre bajo prescripción médica, debemos tomarlos. Esta enfermedad molesta, pero benigna en la población sana, no tiene tratamiento específico. Reposo, ingesta de abundantes líquidos y antitérmicos para atajar la fiebre son las principales recomendaciones.
En el caso de que la fiebre persista, deberemos consultar con el médico. Dado su alto índice de transmisión y contagio es importante adoptar medidas higiénicas precautorias como protegerse frente a la tos y el estornudo, lavarse frecuentemente las manos o utilizar pañuelos desechables.
La gripe es una enfermedad estacional que constituye un importante problema de salud tanto por la morbi-mortalidad que ocasiona como por sus repercusiones de carácter asistencial y económico.
a vacunación de aquellas personas con alto riesgo de complicaciones, con anterioridad al inicio de la temporada epidémica, es la medida más efectiva para reducir el impacto de la gripe.
Personas con alto riesgo de padecer complicaciones:
– Personas de 65 años o más.
– Personas que presenten: Diabetes. Obstrucción crónica al flujo aéreo (OCFA). Cardiopatía crónica. Enfermedad hepática crónica. Enfermedad renal crónica. Otras patologías de carácter crónico. Pacientes con terapia inmunosupresora. Niños y adolescentes que reciben tratamiento de larga duración con ácido acetil salicílico.
Personas que pueden transmitir la gripe a otras personas con alto riesgo de complicaciones: Profesionales sanitarios de la Atención Primaria (médicos, DUE, etc.). Profesionales sanitarios del ámbito hospitalario y en especial aquellos que se encuentran en contacto con personas pertenecientes a alguno de los grupos de riesgo descritos. (UCI, unidades de diálisis, oncología y neumología). Personal de residencias de la 3ª edad, geriátricos, etc. así como el perteneciente a servicios sociales de ayuda a domicilio.
EFICACIA E INMUNOGENICIDAD
La vacuna antigripal contiene habitualmente tres cepas diferentes de virus Influenza (dos de tipo A y una de tipo B) en representación de los distintos virus gripales que se encuentran circulando en nuestro medio.
Esta composición específica para cada hemisferio y se actualiza todos los años en función de los aislamientos realizados durante la anterior temporada epidémica. La eficacia de la vacuna depende de la relación entre las cepas vacunales y las circulantes así como de la edad y del estado de salud del receptor.
En diferentes estudios se encuentra una disminución de la enfermedad (70-90% en personas sanas) y de la hospitalización y la mortalidad en personas mayores (50-60% y 80% respectivamente).
Generalmente, en los ancianos y enfermos crónicos la vacuna protege eficazmente evitando las formas graves y las complicaciones de la gripe.
ADMINISTRACIÓN Y PAUTAS DE VACUNACIÓN
La vacuna antigripal puede ser utilizada a partir de los 6 meses de edad. La vacunación en adultos habitualmente requiere una dosis de 0,5 ml.
En aquellos/as niños/as que deban vacunarse por indicaciones especiales, debe seguirse una pauta según la edad:– 6-35 meses: 0,25 ml., 1 ó 2 dosis.– 3-8 años: 0,5 ml., 1 ó 2 dosis.– 9-12 años: 0,5 ml., 1 dosis.– >12 años: 0,5 ml., 1 dosis.
En menores de 12 años se recomienda utilizar vacuna fraccionada o de subunidades.
Cuando esté indicada una dosis de 0,25 ml., si se trata de una jeringa precargada, ésta se debe mantener en posición vertical y debe eliminarse la mitad del volumen, e inyectar el volumen restante.