actualmente se están recogiendo numerosísimas firmas y aquí se espera llegar al menos a 50.000, aunque aún mejor sería el doble. Luego las entregarán en la Comisión Europea para que lance una propuesta legislativa en toda la Unión Europea (UE). La iniciativa: ‘30 km/h’. Te la explicamos.
Entre los muchos objetivos que persiguen los que se unen para lo que se me antoja una gran hazaña se encuentra el de vivir en ciudades más habitables, seguras y menos contaminadas. Y para conseguirlo proponen establecer una limitación de velocidad de 30 kilómetros por hora en núcleos urbanos de toda la UE para mejorar la seguridad, rebajar la contaminación y estimular el uso de mejores modos de transporte.
Detrás de la hermosa iniciativa están una veintena de organizaciones trabajando y en el Estado lo están moviendo , Stop Accidentes, Andando y Conbici. Lo que pretenden es, a lo largo de un año, recoger más de un millón de firmas de apoyo a la propuesta de reducir la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en núcleos urbanos de toda la UE.
Lográndolo, nos cuentan, en todos los pueblos y ciudades mejoraría la seguridad, rebajaría la contaminación y estimularía el uso de mejores modos de transporte. Además, mejoraría el tráfico y aliviaría la congestión. Y las personas, por fin, podrán desplazarse sin miedo.
Pero para que estas y otras mejoras se produzcan se ha puesto esta marcha esta Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) que resulta, explican los organizadores, que es un nuevo instrumento político de la UE que implica la recogida de un millón de firmas de ciudadan@s durante un año en siete estados miembros diferentes porque si se logra (mínimo el millón de rúbricas en toda la UE) se le puede pedir a la Comisión que legisle sobre este asunto.
Como no podía ser de otra manera en época de Internet, la campaña, que se ha iniciado recientemente, dispone de una web común en la que se volcarán los contenidos generados y desde la que se podrá firmar directamente. Así que, si quieres, puedes participar.
Y recuerda, con una ley que redujera la velocidad a 30 kilómetros por hora en centros urbanos, además se conseguiría menos muertes en accidentes, ya que el número de atropellos se reduciría; más viandantes y bicicletas con lo que se favorecerían los modos más sostenibles y, por supuesto, menos contaminación por el ruido provocado, así como la del aire y la de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Por si fuera poco, ciertamente, ahorraríamos en combustible de automoción