Zabalgana tiene un pequeño humedal que nos preocupa y debemos cuidarlo pues como hoy recordamos, sigue en fase de recuperación. Ayudan a fijar el carbono, regulan los ciclos del agua y aportan importantes valores productivos, recreativos y culturales. Hablamos de los humedales, unos de los ecosistemas más productivos que existen en el planeta. A pesar de ser tan importantes, la acción humana destruyó aproximadamente la mitad de su extensión mundial a lo largo del siglo XX. ¿Podremos volver a verlos restaurados totalmente y disfrutar de todos los beneficios que nos aportan?
Una reciente investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que estas formaciones degradadas tardan como mínimo una media de 30 años en recuperar su estructura y funcionamiento una vez que han sido degradados. Además, han concluído que los humedales de nueva creación tardan el mismo periodo de tiempo para llegar a ser autosuficientes.
No obstante, como explica el investigador del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC Francisco Comín, “cada indicador de recuperación evoluciona de forma distinta. Se recuperan antes los flujos de agua que la comunidad biológica y esta antes que los ciclos biogeoquímicos, pero las condiciones mínimas de viabilidad se alcanzan cuando se estructura la comunidad biológica vegetal, lo que suele tardar unos 30 años”.
La investigación, publicada en la revista PLoS Biology, se basa en el análisis de los datos disponibles de la biología, la hidrología y la bioquímica de 621 humedales de todo el mundo, tanto restaurados como de nueva creación; y la comparación con otros 556 humedales de referencia. En muchos casos, la información existente se remonta a más de 100 años.
Los humedales pequeños tardan más en recuperarse
Los investigadores han descubierto que los humedales de mayor tamaño se recuperan antes que los más pequeños y que los que se ubican en zonas tropicales y cálidos experimentan una restauración más rápida que los de climas fríos, cuyas características de referencia no se alcanzan antes de los 50 años.
Del estudio se obtiene otra conclusión: las masas de agua conectadas a otros regímenes hidrológicos mayores recobraron sus niveles biológicos y bioquímicos originales después de 20 años y 30 años, respectivamente. Por el contrario, los investigadores han visto que los humedales aislados no han logrado alcanzar el nivel de origen en estas variables después de 50 años.
Según explica Comín:
Es imposible recuperar el 100% de las características de un humedal ya que la naturaleza no pasa dos veces por el mismo estado, pero sí puede alcanzarse una reparación exitosa con características que, aunque no sean iguales que las iniciales, sí cumplen la misma función
Este trabajo de investigación ha sido dirigido por las Universidades de California en Berkeley y la de Stanford, ambas en Estados Unidos, y han contado con la colaboración del Museo Nacional de Historia Natural de París.