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EKO: Movilidad en la ciudad: Consejos para reducir la contaminación en el ‘día a día’

En este artículo veremos pequeños ‘trucos’ que ayudarán a proteger el medio ambiente. Pequeñas aportaciones que pueden llegar a ser muy útiles si todos nos lo tomamos en serio.

Como bien sabemos, la mayoría de los vehículos utilizan combustibles fósiles derivados del petróleo y emiten CO2 y NOx, responsables del efecto invernadero y del cambio climático. Los coches de gasolina emiten menos, pero gastan más. Casi la mitad del consumo energético se produce en transporte, sobre todo por el uso del vehículo privado. 

Además de los problemas de contaminación, el uso del vehículo privado genera enormes problemas de movilidad en las grandes ciudades, que las Administraciones Públicas deben abordar sin generar perjuicios en la calidad de vida de sus ciudadanos.

Como es lógico pensar, las buenas prácticas individuales deben ir encaminadas a reducir el uso del vehículo privado en la medida de lo posible, ya que en ocasiones hay que contar con infraestructuras públicas para hacer realidad una verdadera movilidad sostenible. A continuación os mostramos algunos tips para mejorar el medio ambiente en cuestiones de movilidad en la ciudad.

– La mejor opción siempre es ir caminando o en bicicleta, de forma que además de reducir la emisiones hacemos un ejercicio saludable.

– El uso de transporte público es la siguiente opción; reducimos así las emisiones per cápita y mejoramos considerablemente la movilidad en las ciudades.

Si se va en coche al trabajo, compartirlo con otras personas es una idea excelente. En Internet existen páginas para poner en contacto a personas que quieran compartir su coche con otras que hagan el mismo trayecto.

– Si habitualmente no se usa la baca del coche, es mejor quitarla porque llevarla supone un incremento del consumo de combustible de hasta un 35%.

– Aplicar a nuestra conducción las medidas de conducción sostenible que ya nombramos en el transporte por carretera, como por ejemplo:

a) Arrancar el motor sin acelerar.

b) Ir en marchas largas, bajas en revoluciones y con circulación uniforme.

c) Siempre que paremos más de dos minutos conviene apagar el motor.

d) Como el consumo aumenta en función de la velocidad, conviene conducir dentro de las velocidades económicas.

e) Mantener la presión de los neumáticos según indica el fabricante, reduce los consumos de combustible.

f) Realizar el mantenimiento periódico del vehículo es fundamental, como ya hemos visto.

 

g) Utilizar el aire acondicionado cuando se necesita realmente. Su uso aumenta un 20% el consumo de combustible.

– Si vamos a comprar un coche nuevo, deberíamos elegir un híbrido, o si no, aquellos cuya etiqueta indique menos emisiones y bajo consumo.

– Un coche fuera de uso se convierte en un residuo peligroso. Al darlo de baja hay que entregarlo en un centro de recogida autorizado.

– Los neumáticos inservibles hay que llevarlos a un punto limpio, o entregarlos en el taller que nos los ha cambiado.

– La batería es también muy peligrosa como residuo, por tanto, hay que llevarla a un punto limpio.

– Es preferible realizar la limpieza de nuestro vehículo en un autolavado que a mano, debido al significativo ahorro de agua.