Tras una bajada media del valor de las viviendas del 35% el gobierno municipal propone subir el tipo un 35% para que no disminuya la cantidad que el consistorio recauda por este impuesto, unos 45 millones de euros. Toda la oposición, excepto el PP, aboga por mantener la recaudación para poder seguir prestando servicios con lo recaudado por el IBI.
Según el estudio realizado por la Diputación Foral, la caída en el valor catastral de las viviendas de la capital alavesa en un 35% de media. La bajada del recibo del IBI, en base al descenso del valor catastral de los pisos, fue dado a conocer el pasado viernes por la Diputación Foral de Álava.
Nos estamos refiriendo a 257.131 recibos que obligan a adaptar el IBI –y también la Plusvalía municipal- al valor real actualizado de los inmuebles de la ciudad. Esta valoración catastral realizada por la Diputación se aplicaría de una forma u otra en los impuestos- IBI y plusvalías del año 2017.
Los recibos se giran de acuerdo a dos variables: una, el valor catastral de la vivienda y dos, el tipo impositivo. El valor catastral lo determina la Diputación Foral de Álava y el tipo impositivo, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Por lo tanto, el ayuntamiento ahora puede variar el tipo impositivo, desde el actual que se aplica del 0,222 hasta un tipo, del 0,28, pero este criterio no ha sido informado ni justificado.
VPO
El Gobierno Vasco ha realizado de forma paralela una revisión de los valores máximos de las viviendas de VPO de la ciudad con un incremento no de valores reales de mercado sino normativo mediante valores con el fin de que los topes legales para impuestos, lo cual levanta sospechas de su objetivo para cobrar más fiscalidad, sobre viviendas que fueron y son adquiridas por quien no tiene economía boyante sino dentro de unos requisitos para una Vivienda de Protección Oficial.
Esta modificación, aplicando el valor cambiado y el tipo impositivo así como bonificaciones podría suponer más de un millón de ingresos extras a consta de las VPO en el año 2016, sin información ni sopesar estos cambios con la ciudadanía ni en los presupuestos municipales, pues se efectúa a posteriori.