Pero, según va pasando el tiempo, las esperanzas de que el nuevo equipo de Gobierno salga en defensa del Beti-Jai se desvanecen.
Primero, porque su rehabilitación no está incluida en los Presupuestos del Ejecutivo municipal para 2016.
La plataforma Sálvemos el Frontón Beti-Jai de Madrid, sustentada en personas del mundo del arte y de la pelota, tiene muy clara su demanda: rehabilitar y recuperar el espacio respetando los pilares fundamentales y manteniendo el uso y acceso público a todos los ciudadanos. A nivel arquitectónico, se trata a todas luces de un referente en construcción de hierrode finales del siglo XIX. Todos los frontones similares que se construyeron en otras ciudades españolas fueron derribados o terminaron reformándose. El Beti-Jai, afirma el portavoz de la plataforma, Igor González, «es el único frontón industrial que queda de aquella época».
La plataforma también reconoce que unas instalaciones de estas características, enfocadas sólo al uso de la pelota, no serían rentables. Por eso, su propuesta, en conjunto con otras asociaciones como Madrid Ciudadanía y Patrimonio o Corazón Verde de Chamberí, pasa por crear un verdadero espacio multideportivo y multicultural, utilizando el Beti-Jai para otras actividades como esgrima o espectáculos culturales -teniendo en cuenta la dimensión del espacio al aire libre y la zona de gradas-, además de explotarlo con ferias comerciales, alquileres para exposiciones o actividades de restauración. «De esta manera el proyecto podría ser sostenible», explican las asociaciones.
Los vecinos defienden hacer un concurso internacional para explotar el Beti-Jai, donde la clave para evitar ‘pucherazos’ será la redacción de las base