Se han colocado barandillas en las rampas de conexión de la Plaza Labastida a la Avenida Reina Sofía y Paseo de la Cruz Roja, y también en la bajada del paseo de Labraza a la calle Oyón. Son bajadas similares, de forma escalonada según cemento de diferentes formas y alturas, con riesgos de caidas y unas rampas estrechas y poco integradas en el entorno.
Como habíamos pedido ha habido una mejora de accesibilidad, permitiendo a las personas con movilidad reducida que puedan asirse de las barandillas, pero no se ha incorporado la rampa en espacio cimentado, sino que se mantiene la rampa estrecha en las dos bajantes.
Dichas escaleras, además de suponer un riesgo la propia configuración de dichas escaleras, tienen un espacio cimentado que puede ser insertado en la bajante de la rampa, asanchando la misma rampa y convirtiendo la bajada en un espacio más cómodo, accesible y con anchura para poder bajar y subir con silla o coche de niños/as a la vez, sin la dificultad que existe en este momento.
Existe en el lado izquierdo en sentido descendente, a la altura del número 2 de la calle Lapuebla de Labarca una barandilla protectora de la rampa, constando en la parte exterior de las escaleras y por lo tanto de la barandilla, metro y medio de cemento escalonado que no sirve ni para bajar ni para subir, al quedar aislado por la barandilla, entre el jardín y el paso hacia la calle Portal de Zuazo.
También dicho problema se daba en la otra bajante próxima, y colocaron las barandillas mejorando la bajada, pero sin responder a las demandas razonables que habíamos expuesto.