Tras la adopción de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural en noviembre de 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas se congratuló de las líneas maestras de su Plan de Acción y proclamó el 21 de mayo «Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo» (Resolución 57/249).
Supone una oportunidad de profundizar nuestros pensamientos sobre los valores de la diversidad cultural para aprender a «vivir mejor» juntas y juntos.
Esta es la razón por la que la UNESCO apela a los Estados Miembros y a la sociedad civil para celebrar este día asociando al mayor número de colaboradores.
La diversidad cultural es la principal preocupación de la UNESCO desde su creación, hace sesenta años. La adopción de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (el 2 de noviembre de 2001) confirmó su compromiso en favor de «la fecunda diversidad de las culturas» en un espíritu de diálogo y apertura, tomando en cuenta los riesgos de homogeneización y repliegue identitario asociados a la universalización.
Dado que las culturas engloban las artes y las letras, así como los modos de vida, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias, la protección y la promoción de su diversidad plantea un reto: defender una capacidad creativa a través de la multiplicidad de sus formas materiales e inmateriales, y garantizar una convivencia pacífica.