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AUZO: Algunas claves sobre el conflicto de Gamonal (barrio de Burgos)

Diagonal /Ultimocero/ El Mundo ( y 2)/Kaos/ Público y 2)/Lista de tuits sobre el conflicto elaborada por el periodista Iker Armentia/ y  Asociación Las Eras del barrio de Gamonal. (oficial) 

Los vecinos (desde Zabalgana Batuz nos remitimos a la fuente, es decir a la propia asociación vecinal del barrio), que se oponen al plan de reforma de la Calle Vitoria como hace 8 años se opusieron y pararon un proyecto de parking, se concentraron en el acceso de la obra para impedir la entrada de maquinaria como forma de protesta. Esta Asociación vino a Vitoria Gasteiz hace unos años, a contarnos su experiencia y ha desarrollado muchas movilizaciones con el apoyo total en la plataforma (Bulevar C/ Vitoria (BulevarNOAhora) on Twitter, y también @Canal54TVBurgos) de la Federación vecinal de todo Burgos junto con organizaciones políticas y sindicales. Datos sobre esta plataforma y su creacción , historia del conflicto, y motivos de protesta ante el proyecto oficial.

Ana Moreno, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos Francisco de Vitoria, que junto con la Asociación Vecinal Las Eras de Gamonal y el Consejo de Barrio del G-9 también constituyen la Plataforma antes mencionada, indicó que Javier Lacalle (alcalde de Burgos) «debería escuchar a los vecinos de este barrio, que ya han manifestado claramente que no quieren el bulevar, y destinar los ocho millones de euros que costará la obra a otros fines, tal vez, más necesarios«.

Los vecinos de Gamonal temen que sean ellos los que terminen pagando las obras con nuevas subidas de impuestos o que se quite dinero de otros capítulos de mayor importancia social. «No es momento de obras faraónicas de corte político, con los problemas económicos que atravesamos y el montón de deudas que acosan al ayuntamiento», han asegurado vecinos del barrio.

Ayer el barrio burgalés de Gamonal vivió una jornada convulsa. Agentes de la Policía Local y de la  Policía Nacional desalojaron a los vecinos mediante la fuerza para abrir paso a una excavadora. Fue entonces cuando comenzó la escalada de tensión que produjo un efecto llamada que se tradujo en un goteo de gente que llegaba al lugar de la protesta.

La protesta inicial derivó en un duro enfrentamiento directo entre policía y vecinos y que se extendió durante varias horas en la propia calle Vitoria. La policía realizó duras cargas con porras y pelotas de goma para dispersar la concentración. El resultado se saldó con 17 detenidos (1 menor), y varios heridos por ambas partes. Los cristales de dos escaparates de oficinas bancarias fueron rotos además de mobiliario y señalización de la propia obra. Igualmente varios contenedores fueron incendiados.

Por segunda noche consecutiva más de un millar de personas se han manifestado en Gamonal pidiendo la libertad de los 17 detenidos, la paralización de la obra y el final de la especulación. Los manifestantes han gritado consignas como «La calle es de Burgos, no Burgos de Lacalle» en referencia al alcalde de la ciudad. Como ocurriera 24 horas antes, los enfrentamientos se han sucedido con rotura de lunas de entidades bancarias, cargas policiales y detenciones.

El recorte del gasto social en Burgos ha estado orientado a favorecer a dos grandes empresas, las principales beneficiadas de la construcción de un bulevar en el barrio de Gamonal. Los vecinos de este barrio obrero llevan oponiéndose desde que se dio a conocer el proyecto a esta gran operación urbanística, con manifestaciones que sacaron a la calle a miles de personas (video con explicaciones de vecinos/as, ciclistas etc) y que han sido desde un principio ninguneadas y desoídas

por el actual alcalde del Parido Popular, con mayoría en el consistorio, Javier Lacalle.

Estas obras, tasadas inicialmente en 8,5 millones de euros, supondrán la sustitución de gran parte de la actual calle Vitoria, principal arteria de comunicación de la ciudad, por un bulevar que restaría dos carriles al tráfico rodado y, lo que es más importante, suprimiría centenares de plazas de aparcamiento gratuitas por 650 plazas privadas, con un coste estimado en unos 20.000 euros, que los vecinos deberán adquirir o arrendar si quieren aparcar en su barrio. A esto se une el problema crónico de aparcamiento derivado de la planificación de la zona. Este gasto ha sido justificado por el Ayuntamiento argumentando que con estos ingresos obtenidos por los aparcamientos financiarán la obra en cuestión.

Este bulevar supone convertir la principal arteria de comunicación de Burgos en una vía de un solo carril. Esto va a generar un terrible cuello de botella que afectará por completo a todos los Burgaleses. El Ayuntamiento de Burgos no tiene en este momento un superávit que le permita invertir a día de hoy 10 millones de euros en semejante obra.

Este bulevar va a privar de aparcamiento público a cientos de familias de Gamonal. Y por razones obvias no todo el mundo puede permitirse utilizar plazas de parking privadas. Todo esto aderezado por la falta de diálogo.

El rechazo mayoritario a estas obras hunde sus raíces en una política global del Ayuntamiento, que ha basado su mandato en un desmesurado gasto público para la construcción de infraestructuras urbanas, como los consorcios de construcción del polígono de Villalonquéjar, la Variante Ferroviaria y la construcción de un nuevo hospital de gestión privada. Una nueva apuesta por el ladrillo y lo privado del gobierno del Partido Popular que ha llevado al Ayuntamiento de Burgos a tener una deuda pública estimada en unos 500 millones de euros, entre los que se encuentra una deuda de 40 millones a proveedores directos de esta administración.

Construcción sí, gasto social no

Los beneficiarios de este gasto por parte del consistorio presidido por Javier Lacalle han sido las dos principales empresas de construcción de la ciudad: el grupo Méndez-Ordóñez, liderado por el constructor y presidente del Grupo Promecal (dueño del Diario de Burgos entre otras cabeceras), Antonio Miguel Méndez Pozo, y el grupo Arranz Acinas. Dos empresarios estrechamente vinculados al Partido Popular de Castilla y León y, en el caso de Méndez Pozo, el principal apoyo económico de José María Aznar en sus inicios, con un amplio historial de sospechas de corrupción urbanística a sus espaldas.

Este gasto público en operaciones urbanísticas ha venido acompañado por un recorte generalizado en la gran mayoría de los servicios sociales y públicos de la ciudad, con la argumentación de que en el Ayuntamiento no había dinero. En este marco se han reducido o suprimido las ayudas percibidas por la mayoría de las asociaciones sociales de la ciudad, al igual que las percibidas por los sectores más desfavorecidos de la sociedad burgalesa. Se ha cerrado por falta de medios una guardería pública histórica por su labor como la de Río Vena, se han suprimido líneas de autobuses urbanos y se han reducido derechos a toda la plantilla de empleados públicos municipales.

Los recortes en gastos y derechos que se están produciendo, al igual que en el resto del país, están golpeando con más fiereza si cabe en un barrio obrero como Gamonal, en donde el paro ahoga cada vez más a sus habitantes con continuos ERE y cierres de fábricas en los contiguos polígonos industriales. Una situación que, según se leía en una de las pancartas de la manifestación de ayer, deja una conclusión entre sus vecinos: “Si no tenemos futuro, por qué debemos respetar este presente”.

Una lucha que viene de lejos

Al igual que ahora, el barrio de Gamonal se levantó en agosto de 2005 contra las obras de un aparcamiento subterráneo que el Ayuntamiento del Partido Popular quería ubicar debajo de las casas de la calle Eladio Perlado. En ese momento las obras se frenaron y el entonces alcalde Juan Carlos Aparicio (PP) dio marcha atrás al proyecto.

OPOSICIÓN VECINAL

La ejecución del plan supone la construcción un carril por sentido, eliminando 2 de los 4 actuales, y un vial central destinado a bicicletas y peatones. Igualmente plantea la eliminación de 350 plazas de aparcamiento en superficie y la creación de un párking subterráneo de 250 plazas, que se venderán por cantidades cercanas a 20.000€ cada una. El monto total de la obra ronda los 8.5 millones de euros para un plazo de ejecución de 14 meses.

Los vecinos se han opuesto frotalmente desde un inicio al proyecto. Cuestiones como la no separación del tráfico de transporte público, dudas sobre la reducción de capacidad de una de las arterias fundamentales de la ciudad o eliminación de plazas de aparcamiento púlico, han generado un intenso debate y resistencia sobre la idoneidad la obra Tampoco ven justificación a un gasto de este calibre en la situación actual con recortes severos en otras áreas de actuación dependientes de la administración local.

No obstante la principal queja es precisamente la cerrazón del alcalde, Javier Lacalle (Partido Popular), que no ha querido escuchar a la calle, con otros planes diferentes para su barrio.

Tras dos días de incidentes, la plataforma ha organizado juegos infantiles y un taller de pancartas, a lo largo de la tarde del domingo 12 de enero de 2014, como demostración de su empeño y postura pacífica y movilizadora, así como ha hecho un llamamiento a partir de las 6.00 horas del lunes 13 de enero de 2014 para evitar mediante la movilización la entrada de las máquinas.

También en iternet ha comenzado una Recogida de firmas en contra del bulevar en Gamonal, podeis firmar vía on-line aquí

EL CONSTRUCTOR, MÉNDEZ POZO

Otro foco de reticencias es la adjudicación del proyecto a M.B.G. Ingeniería y Arquitectura SL, sita en el Edificio Promecal y propiedad de Méndez Pozo, viejo conocido del panorama de la corrupción por su condena por falsificación documental en el «Caso de la Construcción» de Burgos, por la que pasó 2 años en la cárcel.

El propio Javier Lacalle, que entonces era concejal de urbanismo, ya se vió implicado en 2006 en otra gran polémica al haber realizado un viaje a la Costa Azul francesa con todos los gastos pagados por varios construtores encabezados por el hijo de Méndez Pozo. Dos meses después estos constructores obtuvieron la adjudicación para la construcción del túnel de la calle Islas Baleares. El propio alcalde Juan Carlos Aparicio y compañero de partido repobró esta actitud, que fue recriminada por la oposición.

MANIPULACIÓN INFORMATIVA
Es notorio que buena parte de medios de comunicación se centran en los enfrentamientos de las dos últimas noches, obviando la problemática que ha provocado el estallido de rabia e indignación del barrio. No en vano el propio Méndez Pozo es el propietario de la mayor parte de las cabeceras de prensa de Castilla y León, así como de RTVCyL, en el caso de la televisión autonómica junto a Ulibarri, imputado de la Gürtel. Difícil compromiso para con la objetividad y la honestidad, y aún más difícil resulta la credibilidad por parte de los burgaleses.