El cambio en la normativa de las rebajas pone fin a un sistema que venía funcionando razonablemente bien desde hace décadas. La posibilidad de que las tiendas hagan las rebajas cuando quieran, en cualquier momento del año, rompe con el concepto mismo de las rebajas: dos periodos al año bien definidos en los que todo el comercio (o la mayor parte) hace rebajas; las tiendas dan salida a productos de temporadas anteriores, aligeran sus stocks, dinamizan sus ventas, y los consumidores aprovechan para adquirir planificadamente y a precios asequibles cosas que necesitan. Esos periodos, además, están (o tendremos que decir estaban) bien elegidos, especialmente el de las rebajas de invierno: después de los gastos navideños y en pleno arranque de la cuesta de enero.
Las asociaciones de comerciantes de Euskadi también se han pronunciado abiertamente contra este cambio, abundando en las razones anteriores y subrayando que la nueva situación perjudicará al pequeño comercio en beneficio de las grandes marcas y franquicias, que tienen mucha mayor capacidad de maniobra para reducir costes, reponer mercancía y ofrecer ventajas y ganchos comerciales.
EKA/OCUV comparte el análisis de los comerciantes vascos y lamenta que el Gobierno de Rajoy avance imparable en una liberalización y desregulación de numerosos sectores de la vida socioeconómica que, en nuestra opinión, perjudican a la inmensa mayoría de la sociedad para favorecer a los más poderosos.
En cuanto a las rebajas de invierno de este año (afectadas ya por el cambio legal), parece que la mayoría del comercio vasco ha apostado por mantener la costumbre e iniciarlas cuando siempre: después de Reyes, el próximo lunes 7 de enero. EKA/OCUV aplaude esta decisión y espera que la campaña resulte provechosa tanto para los consumidores como para los comerciantes, especialmente para el pequeño comercio, fundamental para que las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades no lleguen a ser un mero lugar de paso entre el trabajo, el hogar y el centro comercial.
Las rebajas, solo en el precio, no en la calidad de los productos ni en los derechos del consumidor
Consejos para una compra provechosa en las rebajas
Las rebajas son una buena ocasión para hacer una compra provechosa siempre y cuando sigamos ciertas pautas de sentido común: fijarnos un presupuesto razonable y hacer una lista de compras (y ajustarnos a ellos), comprobar el descuento aplicado y la calidad en cada producto a adquirir…
Lista de compras y tope de gasto.
El primer paso para aprovechar adecuadamente la temporada de rebajas es fijarse un presupuesto máximo y hacer una lista de compras, para lo cual previamente debemos pensar bien los productos que necesitamos (o nos apetecen) y el dinero que nuestra economía nos permite gastar en los mismos.
Controlar el pago con la tarjeta.
Si vamos a pagar con tarjeta de crédito o de débito, debemos también fijar un límite razonable de gasto y ajustarnos a él, ya que pagando con la tarjeta somos menos conscientes del gasto que estamos haciendo que pagando con dinero en efectivo. Conviene saber que los comercios pueden rechazar el pago con tarjeta en rebajas, aunque en tal caso deben advertirlo de forma visible.
Mirar bien las etiquetas, el doble precio.
Los grandes porcentajes de descuento que se anuncian en los carteles no siempre se aplican a todos los productos del comercio. Así pues, debemos fijarnos bien en la etiqueta del producto que nos interese, que deberá mostrar el precio rebajado y el precio anterior (o el porcentaje de descuento aplicado).
Comprobar la calidad.
Los artículos que se venden en las rebajas deben encontrarse en perfecto estado y haber estado a la venta normal al menos hasta un mes antes del inicio de las rebajas. Los productos con taras o defectos sólo pueden venderse en saldos o liquidaciones, no en rebajas. No obstante, es conveniente echar un buen vistazo al artículo antes de comprarlo para comprobar que no tiene defectos.
No admitir limitaciones en las garantías.
La Ley de Garantías no se va de vacaciones durante las rebajas. También en las mismas los productos nuevos tienen una garantía de dos años y los de segunda mano, de un año.
Preguntar por la posibilidad de cambiar o devolver el producto.
Tanto en rebajas como en temporada normal, el comerciante solo está obligado a cambiar el artículo o a devolver el dinero si el artículo tiene algún defecto o si la publicidad del producto concreto o del establecimiento anuncia la posibilidad de cambio o devolución sin necesidad de justificación por parte del consumidor. Solo en la venta a domicilio y a distancia puede el consumidor desistir de una compra ya realizada (devolver el producto y recuperar el dinero) sin causa justificada, en un plazo de 7 días naturales. En cualquier caso, antes de adquirir un producto conviene preguntar por la posibilidad de cambiarlo o devolverlo aunque se encuentre bien, ya que algunos comerciantes lo permiten.
Conservar el ticket o justificante de compra.
Debemos siempre coger y guardar el ticket o justificante de la compra realizada para poder reclamar en caso de que el producto presente defectos o no funcione correctamente.