Comunicado de la Federación de Asociaciones de vecinos y vecinas de Barcelona, de fecha 26/08/2014. Traducción; AVV Zabalgana batuz. Dice así:
Este mes de agosto, la Barceloneta ha estallado de indignación por los efectos de un modelo de turismo, especulativo y lleno de gente, que está paralizando la vida de sus barrios. No es sólo antisocial comportamiento o ruidosas parrandas nocturnas. Irritante, son sólo algunos de los síntomas de un fenómeno que, de hecho, ya está trasvasando por toda la ciudad. Respondiendo a los deseos del lobby del hotel y grandes tour operadores, inmobiliaria, artesanos y empresas comerciales poderosos inversionistas, el Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a un crecimiento ilimitado de Turismo; una expansión que está revelando insostenible para la ciudad, insoportable para sus habitantes… y está preparando una nueva burbuja.
Cada vez más, las políticas públicas del Consejo están determinadas por este compromiso, que se convierte en el vector de una poderosa dinámica de privatización de la ciudad y de la degradación de nuestros derechos y calidad de vida. Con el nuevo plan de usos de Ciutat Vella, han saltado las limitaciones para una industria de la hospitalidad altamente densificada. Barcelona se transforma en una ciudad de terrazas y velas. El espacio público, ubicación de la construcción del barrio, es agarrado por un negocio privado. Diseñado como un «crucero capital», la ciudad se transforma en un inmenso parque temático. La construcción de la lujosa Marina Port Vell actúa como un ariete de presión especulativa sobre los barrios circundantes. Se disparan precios de la vivienda; transformar los pisos de la Barceloneta y la Ostia en apartamentos turísticos es mucho más rentable que alquilar a las familias trabajadoras. El Consejo admite la existencia de un tenedor de 1.000 a 8.000 de estos apartamentos sin regularizar, pero a cuyo acceso de turistas a la Internet y agencias… que si tiene una licencia municipal. Personas tienen que abandonar su barrio, a veces víctima de acoso inmobiliario. Inexorablemente, el más codiciado fueron gentrificando. Más allá de la ciudad vieja, se multiplican los problemas de convivencia en el Poble Sec, en el Eixample, Poblenou, etc… La economía también sufre: las tiendas tradicionales están cerradas como franquicias y tiendas abiertas. La Rambla ahora está irreconocible. La expansión de los hipermercados y las horas comerciales amenazan a las pequeñas empresas. El empleo generado por este desarrollo es estacional, precario y mal pagado. En una palabra: la actual gestión del turismo, beneficiosa para algunos, es exacerbar las desigualdades que fracturen y Mar de la ciudad. La Barceloneta ha eliminado el arma en la calle. Pero hay que un reguero de pólvora ha extendido por todas partes.
Es urgente un cambio decidido en la política municipal, empezando a escuchar las justas demandas de los vecinos: revertir un plan de usos nefastos; para licencias de apartamentos turísticos; tratar especulación verter los pisos disponibles para alquilar social, asignar los impuestos turísticos para satisfacer las necesidades de los barrios y no en la promoción del turismo, etc…
Resolver el problema de copia de seguridad policial, ni tenemos ningún conflicto con los turistas en general. Y mucho menos con cualquier grupo de ciudadanos, los recién llegados luchando para ganarse la vida. El problema que tenemos con el modelo predatorio que están promoviendo las elites de la ciudad. Barcelona no es una «marca», y sus barrios no están en venta. Necesitamos un modelo justo y sostenible
La Federación llama a los barrios de toda la ciudad a participar masivamente en la manifestación que el sábado, 30 de agosto, en el 18, pasará de Barceloneta a la Plaça de Sant Jaume. Necesitamos soluciones efectivas y establezca. Y, una vez más, los distritos son incapaces de responder. Señor alcalde, se acabaron las vacaciones.