Pese a ser un tema recurrente, tenemos en el barrio parcelas valladas cuyas vallas se cayeron como consecuencia del fuerte viento hace más de 5 meses, y la petición municipal no supone ninguna medida para su reposición a un estado de seguridad y limpieza.
En relación a muchas otras parcelas no valladas se ha procedido a limpiar los bordes y dejar la parte interior llena de forraje, maleza y residuos plásticos.
El Departamento de Medio Ambiente nos informa que “este tipo de actuación se debe a los nuevos criterios que se han establecido desde este Departamento para este tipo de espacios vacantes”, sin motivar ni aclarar que criterios son, ni cuando se debe dejar maleza o cuando limpiar evitando suciedad o riesgos para los más pequeños.
Resulta comprensible que no se aumente la siega en las zonas próximas al bosque o a la zona rural y que dicha biodiversidad sea un valor, pero valorando cada caso, pues en las parcelas entre viviendas, con zonas de uso común, se acumula suciedad que no resulta adecuado ni saludable para una ciudad.