Desde esta web queremos mostrar nuestra inquietud y preocupación por el previsible incumplimiento del compromiso adquirido por el Ayuntamiento en diciembre del pasado año en relación a la limpieza de las parcelas en construcción de los barrios nuevos como el nuestro.
Han trascurrido más de tres meses desde que la concejala al cargo de este tipo de cuestiones, Leticia Comerón, anunciara la creación de una brigada especial de limpieza y desbrozado de estas parcelas con el comienzo de año, la cual contaría con una partida propia en los presupuestos.
Esta decisión fue aplaudida por nuestra asociación al darse respuesta a una demanda que en Zabalgana los y las vecinas llevamos largo tiempo solicitando, y en especial por el carácter mismo de la medida la cual se presentaba como una labor de limpieza, desbrozado y mantenimiento contínuo de las parcelas; teniendo este último punto una relevancia mayor al suponer un paso más en la decisión inicial de limpieza de parcelas de carácter privado que el anterior Gabinete, del señor Lazcoz, ya tomó en su día.
Sin embargo, en todo este tiempo no se ha apreciado mejora alguna en ninguna parcela que no sea de las destinadas a uso público; las cuales ya eran adecentadas anteriormente. La única parcela que en su momento desde el Ayuntamiento se apresuraron a limpiar fue una situada en el sector de Borinbizkarra y que estaba generando una verdadera alarma social por el grado de suciedad que acumulaba.
No es tolerable ningún tipo de excusa, y por lo tanto, se debería comenzar a dar una explicación del motivo de este retraso, o aclarar, en su caso, a los vecinos/as de los nuevos barrios si ha habido algún cambio de opinión al respecto. En el caso de que así fuera, consideramos que el Ayuntamiento, y más concretamente Leticia Comerón, estaría incumpliendo su palabra y habría generado falsas expectativas entre los vecinos/as.
Por todo ello, instamos a que tomen de manera urgente todas las medidas necesarias para activar la prometida brigada especial de limpieza en los barrios nuevos, pues es una necesidad, y una obligación, al margen de promesas incumplidas o dilatadas en el tiempo.